Vinos wowmaceracion carbonica scaled

Maceración carbónica no es un vino con la gaseosa incorporada.

El libro gordo te enseña, el libro gordo entretiene y con todo esto hasta la semana que viene. Frase que nos acompaño a muchos durante la infancia al finalizar el programa del libro gordo de Petete. Acabo de darme cuenta que ya tengo bastantes añadas.

Le vamos a ir #proponiendovinos. Pero antes se los vamos a contar “una poca”. Así de paso se lleva una botella a casa de su cuñado y le cuenta el vino. Por toda la escuadra.

Un vino de maceración carbónica no es un vino con gas. Pone “carbónica” pero eso no quiere decir que tenga burbujita. Algunos vinos de maceración carbónica pueden tener un rastro de carbónico, “algo de gas”, pero no tienen burbuja. Primera lección aprendida.

La peculiaridad de un vino de maceración carbónica está en el proceso de fermentación. Se fermenta sin chorreces, como antaño, a lo burraco. De la viña al tanque. Se mete el racimo de uvas entero. Sin hojas claro.

Todos los racimos amontonados unos encima de los otros. Intentando que no se rompan las uvas. Y llenito hasta el mismo borde porque después del proceso hay merma. Las enzimas de la pulpa se montan un fiesta que ni los Sanfermines, arrancando la fermentación. Una vez arrancada la fermentación se van rompiendo las uvillas dando paso a los maceraciones carbónicas tras una segunda fase sin las uvas.

Esta manera de fermentar es más vieja que la tos. Método sencillo. Vino sencillo. Es un decir.

Son vinos muy frutales, de los de masticar uva en forma líquida, con juanolillas, regalices varios, amargor abundante…como norma general. Buenos, lo que se dice buenos no hay tantos como parece.

Además son vinos que en la ibericus península arrastran mala fama. Han sido mucho tiempo los vinos cosecheros chungos. Los de chiquiteo de vasito y a por otro. Y eso marca.

Los franceses se lo han montado a base de bien con los maceraciones carbónicas. Los llaman Beaujolais. Cosechan, fermentan y compiten entre bodegas por ver quien el que pone las primeras botellas en el mercado el tercer jueves de noviembre. No lo he vivido en directo pero Wikipedia eso cuenta.

Diga lo que diga la wikipedia. Los maceraciones carbónicas (a partir de hoy ya no los confundirá con un grupo pop ochentero) son vinos que hay que tomarlos más bien tirando a frío. Así que cuando pruebe nuestros maceraciones carbónicas, en cuanto llegue la caja a su casa, la abre y un par de botellitas a la nevera al lado de la leche.

Y para ser un perfecto anfitrión, cubitera con hielos y tras servirlo, mantenerlo fresquito. Hay quien dice que son vinos duros. En un pasado quizá. Hoy en día son deliciosos.

Van ideal para un almuerzo Sanferminero o de fiestacas de pueblo, con sus huevos fritos, su fritada, sus chulas de jamón frito, su media barra de pan y su par de botellas de maceración carbónica.

No le busque complejidad. Frescura, sinceridad y franqueza a raudales, pero complejidad en un maceración carbónica no la hay. Y ahora mismo voy a meter uno en el frigorífico que esta noche ceno con una copita bien fresquita de tinto.

Así que doble tanto cuando quede con su cuñado, uno por lo dicho y otro para rebatir la manida frase de que los tintos no se pueden tomar fríos. Los maceraciones carbónicas hay que tomarlos fríos.