Horola garnacha 2015

Hay uvas que por naturaleza son canallas. Una de ellas es la garnacha. Los vinos que se elaboran con ella suelen ser descarnados, bravos, incluso ariscos. En algunos casos en vez de estar tomando un vino, parece que uno esta delante de la pócima mágica de los famosos e irreductibles galos.

Ese tipo de garnachas, descaradas, agresivas, de trago fresco y valiente se pueden redondear. Nos atrevemos a decir que se pueden domesticar. Quitarle las aristas. En una palabra educarlas.

Siguen teniendo la personalidad de los vinos monovarietales de garnacha, que la uva manda mucho. Pero es el bodeguero el que saca otros valores, otra forma de expresarse a la garnacha.

A los que nos gusta la garnacha, disfrutamos de la misma manera con un vino garnachero sin domesticar como domesticado. Esto último no es tarea fácil. Hay que conocer muy bien el oficio para conseguir elegancia con garnacha.

Este vino lo consigue de una forma apabullante. En la boca se encontrará una garnacha educada, redonda y ácida. Una acidez que aporta la uva y que la bodega aprovecha para darle una frescura muy agradable.

Despliega un ribete con detalles teja que llegan al ocre. Y un precioso color frambuesa con un brillo muy marcado. Limpio en copa.

La patata, el chocolate en un primer momento dejan el protagonismo a la fruta. Es garnacha. Garnacha refinada y enseñada. La ciruela negra, las moras…fruta madura.

Y si sigue un rato más disfrutando de su nariz, descubrirá un aroma que nos apasiona encontrar en los vinos, el clavo. Que viene acompañado del anís y de la pimienta negra.

Esta garnacha la ha tomado en desorden a como mandan las normas de cata. Primero visual, después nariz, acabar en boca, trago corto, trago largo. Y es que la garnacha se toma y se cata como a uno le parezca mejor. Más aún cuando se ha logrado que sea tan placentera como este vino.

Nos recuerda a ese abuelo listo, sarcástico, irónico, divertido que no renuncia a toda la sabiduría destilada tras toda una vida vivida.

Así es Horola garnacha. Sabiduría garnachera. Magnifica combinación.